PARA YULIANA

Ella...

Bucles dorados van corriendo de un lado a otro con una risa tan amplia que te contagia al segundo y te inunda el corazón de alegría.
 Hay unos ojitos corriendo por el jardín, perdidos entre el verde pasto y el azul del cielo, fusionándose a esos colores brillantes, saltando, regocijándose y contándote un mundo de fantasías, sin tener que utilizar ningún tipo de lenguage.
 Hay una pestañita mirándome de reojos y diciéndome que en realidad yo soy todo para ella y ella sabe que es todo para mí.

Es increíble cómo ha pasado tanto tiempo, como es posible que tu piernas tengan esa longitud y firmeza y que de tus labios ya salgan palabras. !Oh, son las palabras mas dulces que oidos jamas puedan escuchar!

Hija, aunque crezcas, te conviertas en una mujer adulta y tengas tu familia...por favor, nunca, pero nunca dejes de decirme...mami.
Esas son las palabras que siempre soné escuchar desde el primer momento en el que te deseamos con Papi.

Fuiste buscada desde muchísimo tiempo, nuestros corazones añoraron por casi dos años tener un fruto de nuestro amor, nunca pensé que fueses a ser el sueño de todo padre, que para nosotros te convertirías en la perfección hecha una hermosa niña, con bucles dorados y ojos verde oliva.

He pasado por muchas cosas en mi vida, ha sido un camino largo, lleno de muchas aventuras, algunas buenas y otras malas. Estas experiencias han servido de una gran aprendizaje, he experimentado situaciones que llegue a pensar fueron las mejores y he llegado a amar pensando que era el máximo amor...hasta que llegaste tu. Tu cambiaste mi forma de ver la vida y me enseñaste que si se puede amar incondicionalmente.

El día que me confirmaron que tú estabas en mi vientre fue la mejor noticia que he vivido jamás ...mi corazón explotaba de una felicidad inmensurable. Solamente Dios sabe en cuanto era mi anhelo por tenerte, en esa noche de invierno en Carolina del Sur, cuando le pedí postrada en mis pies que me diera un bebe. No solamente me dio una bebe, me dio dos hermosas niñas, las cuales son nuestras niñas de alma dorada.
  
También tengo que confesar que un gran temor de apoderó de mí, temor que en mi vida había experimentado, de repente deje de importar yo, un ejercicio que estaba memorizado por 27 años.
 Yo pasé a un segundo plano y de repente era todo sobre ti, me obsesionaba la idea de que te sientas cómoda en mi vientre, quería acomodar mi cuerpo para crear dentro de mí el nido más cómodo y más confortable en el que puedas estar.
Que nacieras saludable y fuerte fueron mis mayores deseos y añoranzas por 9 meses, aunque debería corregir, estos son mis deseos diarios, saber que creces sana y fuerte en esta vida. Que te conviertas en la mujer que quieres ser y que dios me permita ver como floreces para ser la guerrera que siempre supe que eres y que cumplas con todo lo que dios tiene destinado para tu vida.

Cuando tus manitos diminutas tocaron mi cara por primera vez comprendí absolutamente todo, de repente en mi vida todo se veía muy claro, esa manitos tan tiernas y chiquitas que solamente podían agarrar mi dedo anular.
Hoy corres y juegas por todo el jardín, tus bucles son cada vez más largos y de tus labios salen cada día más palabras, tu aprendizaje es tan rápido como una estrella fugaz.

Hay unos ojitos corriendo por el pasillo, buscándome picaros y hablándome sin parar...verdes olivo, con intenso brillo. Esos ojos...esos ojos, son mi perdición.

De mami.


Tuya por siempre...

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